El Camino de Piedras

Y asi se despidieron en la entrada de la casa.

Llegando a su carro, le dijo a su esposa e hijos que esperaran un minuto y viró.  Camino lentamente mirando la bella acera de cemento pulido con preciosas piedras de diferentes tamaños y colores que los focos altos podían alumbrar.  Sin mirar hacia arriba, al llegar a la puerta de entrada... 

“Perdón” le dijo a su anfitrión de la noche

“¿Por qué?”

“Ya sabes... de pequeño te maltraté.  Era otro tiempo, eramos otras personas.  Me dejé influenciar por los demas, hice cosas que no debía, dije cosas que no sentía.  Ya el daño está hecho y por años me arrepentí, pero ahora por fin te lo puedo decir y de verdad... perdón, otra vez.”

“Ha, ha, ha, ahora me río” dijo el anfitrión, “pero algunas de esas bromas e insultos fueron fuertes tiempo atrás”

“¿Pero sabes algo?  Si alguien soy en la vida, si por algo tengo compasión, si por algo siento verdadero amor, y si por algo siento que la vida es bella y tiene siempre buen sabor, es por esos días dificiles que tuve y pude superar”

“¿Cómo es posible?  ¡Yo no se si hubiera podido tantas cosas malas superar!  ¿Cómo?” dijo sorprendido y angustiado, el que antes era el agresor, el ganador, el que sentía confianza y tenía el mundo a sus pies.  Ahora triste porque su mundo había cambiado, ahora todo es al reves...

“Mira que bello el camino de entrada a mi hogar.  Rodeado de árboles bellos, flores, aceras con curvas suaves, faroles de luz y el piso pulido con preciosas piedras de diferentes formas y colores.  Así es la vida...  Tienes un camino que andar, y por llegar a otro lugar con prisa o con pena, tal vez no ves lo lindo que hay al pasar.  Hay gran compañía de personas grandes que a veces nunca conoces, pero ahí van a estar, como los arboles estacionarios, hay grandes escritos, grandes pensadores y obras de arte que existen para tu leer, hacerte pensar o admirar.”

“Hay curvas en tu camino, desvíos y decisiones que tomar.  ¿Qué camino andas el iluminado o el oscuro, tu decidirás?”

“Hay flores con fragancias y colores hermosos, pero como en la vida, si algo quieres de cerca apreciar, muchas veces encuentras espinas, abejas y hormigas con quienes tendrás que bregar”

“Entendí” dijo melancólico el huesped. “Y me imagino que las piedras en el camino son la carga que debes llevar si el buen camino quieres crear. ¿Verdad?”

“En realidad esa fue la parte menos pesada.  Ya ves, las piedras no las tuve que traer de lejos, ni siquiera escoger... son las piedras que cuando niño, tu y tus amigos me arrojaron.  Yo sólo las organicé y las utilicé.”

Las piedras en el camino encontradas o arrojadas a donde ti, pueden ser convertidas en un lugar estable, bello y lindo para llegar a tu hogar, para firme caminar, para poder a otros el camino mostrar.  Cada pena, cada tropiezo, cada problema que te llega, lo puedes convertir en bien.  

Anda, acepta el perdon interior y camina el buen camino iluminado y bien acompañado con Papa Dios.   

Miguelo