miércoles, 24 de noviembre de 2010

El Sabio, el Agua y el Aire

Sentado entre la tierra suelta y la grama verde un niño escucha miraba de lejos al Gran Sabio que meditaba al lado del Lago Guajataca.

La noche anterior el Gran Sabio había compartido con varios de los niños y sus "scoutmasters" alrededor de la fogata.  Impresionado quedo el niño con la paz que emitía esta persona al conversar sobre las buenas obras que podemos realizar; las metas que podemos alcanzar; la huella y el legado que cada ser humano puede dejar sobre nuestra comunidad, en Puerto Rico y en casos especiales, a nivel global...  "otros lo han logrado y han alcanzado la paz interior y con ellos han influenciado a decenas, miles, millones y hasta muchos mas" y procedió a dar ejemplos de Ghandi, la Madre Teresa, en Puerto Rico de Sor Isolina Ferre, de personas comunes y desconocidas, y hasta del propio Jesús les hablo.

Por eso espero pacientemente a que el Gran Sabio abriera sus ojos y bajó a donde el.

"Gran Sabio quiero aprender a ser como Tu"

"Hijo, el camino a la paz requiere sacrificio y deificación y con sólo quererlo no basta, es solo el principio"

"Pues yo estoy dispuesto, como lo logro ?"

"Hijo, hay que rezar..."

"Gran Sabio" dijo con entusiasmo el niño mientras se paraba y extendía los brazos "Ya debo estar cerca porque desde chiquito rezo al borde de mi cama, como mis padres me enseñaron.  Estoy listo para comenzar !!"

"Pues si tan seguro estás comencemos pues.  Acércate al lago y entra en el.  Ahora sumerge la cabeza hasta que te mojes el cabello completo.  Anda hazlo ya !"

El niño obedeció... y repentinamente el Gran Sabio brincó junto a el, le agarró la cabeza con firmeza y lo sumergió aún mas.  El niño se sacudió, pero mientras mas luchaba, mas lodo revolvía en sus pies, y su cabeza debajo del agua no podía el remover !!

La lucha se intensifico y justo cuando parecía que el niño se iría al mas allá, sin dudas no le quedaba tan solo un poco de aire para respirar.... el Gran Sabio lo soltó.

"Qué te ha pasado, porque me querías matar?  Porque me has hecho esto !?", preguntó entre sollozos y balbuceos.  

"Esta es tu primera lección.  El día que quieras rezar tanto como querías respirar, ese día mi Buen Niño, ese día alcanzaras la Paz !"

Y es que muchas veces esperamos a que llegue la crisis para comenzar a orar.  Es cuando un familiar en el hospital está, o en accidente casi fatal, cuando escuchas la gente vociferar "Papa Dios donde estas, ayúdame!"

El agua, mi fiel oyente, son las cosas que nos encontramos día en día en nuestro camino.  Hay abundancia de agua en nuestras vidas:  El trabajo, nuestros hijos, pagar las cuentas, ir al colmado, ir al dentista, ver el programa o ir al cine, comprar el pavo, salir a la tienda, arreglar la gotera, cambiar la bombilla, lavar el carro, barrer la marquesina...

Cada una de estas cosas por si solas no equivalen nada mas que una llovizna que ni paragua requiere.  Juntalas todas y añade un problema mayor (menos horas de trabajo, la influencia de las malas noticias que lees en el periódico, una enfermedad, el carro dañado no prenda por 'na, mi Papa tiene cáncer, y ahora que pasara?)

Ahora el agua te llega al cuello y no puedes respirar...

Por eso en tu día a día, respira.  Saca un ratito cuando sientas estress.  Endereza la espalda y piensa en un lugar bello donde quieras estar.  Respira lento y profundo por la nariz y suelta al aire hasta que nada quede en tus pulmones y comienza otra vez.  Poco a poco respiras paz, poco a poco botas la infelicidad.  Poco a poco respiras paz, poco a poco tus problemas se van.

El tiempo pasa y siempre lloverá, pero el que respira profundo y practica, puede estar mas tiempo debajo del agua; cuando tu mundo material te lleva a lo que parece el fondo del mar.  Acuérdate con cada respiro, que eso es rezar, y la Paz, mi buen amigo (a) dentro de Ti estará.

Miguelo 

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