Vestido de camiseta, de esas de manguillo, estaba parado frente a la tabla con su plancha en la mano...
"¿Abuelo qué haces ?" pregunté intrigado. "Planchando mis pañuelos, para que queden afinetados" me contestó contento y sonriendo.
"¿Afine que ?", pregunté. "¡Ja, ja, quiero decir que a los bordes finos y planchados, yo le digo afinetados !"
"Y porqué planchas los pañuelos si nadie los ve en tu bolsillo ?" pregunté asincerado
"Muy buena pregunta, mi querido Miguelo, es que las cosas hay que mantenerlas lindas y organizadas no porque alguien las vea de afuera, sino para que tu mismo te sientas bien por dentro"
"Ah, y por eso tu limpias las esquinas del motor del carro con un paño blanco, ¿Verdad ?"
"Así es, nadie lo ve, pero yo se que está todo bien. Yo nunca tuve muchas cosas, y quizás nunca las tendré, pero las poquitas que tengo siempre las mantendré... y hablando de mantener bien, eso incluye a tu abuela, que la tengo que tratar bien. Ella a veces es ragañona, no mucho, pero se le escapa de vez en vez. Yo en cambio le sonrió, le hago bromas, le traigo regalitos y ella se vira para el lado para que yo no la vea como se ríe de mis necedades... así es.
Pañuelos planchados, zapatos brillosos, guayabera blanca bien blanca, tan blanca que todavía cuando veo algo bien blanco, digo tan blanca y tan limpia como la guayabera de mi abuelo; me dio un abrazo, sonrió, y me preguntó muy serio
"¿Miguelo, en tu casa hay gallinas robadas ? " ¿Que ??????, dije yo, y en un santiamén me jaló duro el pelo de la patilla y yo griteeee "¡Ayyyyyyyyyyyy !!"
"Ves yo me lo imaginaba que en tu casa había gallinas robadas, cuando regreses a tu casa búscalas y devuélvas a su dueño que las debe echar de menos..." y se fue feliz y contento el gerente de la tienda Lema del pueblo de Mayaguez...
Baja el telón, sube el telón.
"Ehhhh, que bueno verte, no a ti, sino a esa nieta bella y hermosa que tengo yo, gracias a Dios que salió a su abuelo y no a ti, echala 'pa 'ca que la voy a estrujar." Ana Paulina de la risa se moría.
Guayabera blanca, casi tan blanca como la de mi abuelo... que va, son bromas, a la verdad es que es asombroso que se veían igual... es por molestar a mi suegro que dice y con algo de razón, que su Papá era el mejor, era un alcahuete y vestía impecable como nadie mas.
Benito era el pediatra preferido del pueblo de Arecibo, te lo digo yo con evidencia, que aunque me crié en otro pueblo, los otros días hablando con un vecino del Valle en Guaynabo, Manolo, me dio un abrazo cuando se enteró que el abuelo de mi esposa fue su pediatra de toda la vida... desde que nació hasta por lo menos los 30 años, y no es que se buscó otro médico cuando grande ese manganzón, es que Benito, que todos querían en Arecibo envejeció. "Todavía", me dice Manolo, "Me vería yo con él cuando llevara a mis hijas, era un personaje, cariñoso y gracioso que nunca olvidaré."
Tantas palabras amables, tantas sonrisas que no se agotaban, eran dos almas humildes, casi sagradas, que por mal que estuviera el mundo alrededor, buscaban lo lindo, elogiaban sin freno y daban cátedra de correcto hablar, sin palabras malas nunca usar. Vestían siempre elegantes, aunque en el terraza estuvieran un domingo temprano con café en mano y nadie que pudiera testificar.
¿Miguel, mi abuelo, Benito, el abuelo de Mari por donde estarán ? Aquí nunca se conocieron, pero en algún lugar me gusta pensar que juntos están. Pegando "vellones" riendo al hablar, mirando la tierra desde el Cielo, o de cualquier otro lugar. Diciéndose el uno al otro "Tu sabes, hice todo lo posible por un buen ejemplo dar, espero que aquellos que dejamos atrás puedan sus problemas superar y reírse de la vida y que vivan una vida ejemplar. Después de todo nosotros fuimos niños, luego adultos, abuelos también, y al fin a la postre nos tuvimos que ir de la Tierra también. Disfruten, sean honestos, ayuden a los demás, y si les sobra el tiempo prendan la plancha y sus pañuelos blancos ponganse a planchar !"
¿Te quedan Abuelos, Papas, Hijos o Nietos ? ¡Quiérelos mucho, que algun día en el Cielo se juntarán con los demás y los vas a extrañar !
Miguelo
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