miércoles, 15 de diciembre de 2010

Tong, Tong, teng... teng, teng

Tong, Tong, teng... teng, teng

"Y esta es de las nuevas verdad"  teng, tenhggg, Tenghhh "Ahí está, que mucho estiró esta en un mes !"

"Don Miguel y cuál es el piano que mas le ha gustado afinar ?"

"Bueno el Yamaha es el mas fácil, aunque este Kawai es mejor piano de por si"

"Lo que le quise preguntar es qué piano en sus 40 años y mas de experiencia es el que mas ha disfrutado afinar ?"

"Ahhhh buena pregunta es que han sido tantos"

"O sea, que en realidad no hay mucha diferencia entre las marcas y los sonidos ?"

"Yo no he dicho eso, porque la realidad es que hay marcas que son excepcionales como la Steinway, que hace poco afiné uno que tiene mas de 120 años.  Lo que si es cierto es que mientras mas larga la cola, mas profundo y mejor el sonido.  No es lo mismo el sonido de este piano de cola corta a uno de cola larga, y mas todavía entre uno con una cola de 6 pies y uno de 9 pies... "

"Y cuántos de estos pianos en realidad se usan a menudo"

"Te sorprenderías de la gran cantidad de pianos que se nota que son solo bellos adornos en sus hogares.  A mi no importa lo lindo porque como soy ciego lo que disfruto es esto.."

Tin, qui, tinque, tinqui, tinque, tinqui, tinqui, telin, tini, ninin... y música de Navidad.  Con eso traspasó las barreras del mundo del sonido de la voz y se adentro profundamente en el mas allá de las melodías.  Martillos de madera impactan las cuerdas de metal producen las ondas de sonido para el ciego, se mueven cómicamente de lugar en lugar dentro del piano.  Es como para el sordo tirar muchas piedritas al azar y juntas al agua... brinca el agua cuando las piedras caen y lo que queda son muchas olitas, son ondas, circulares agrandándose alrededor hasta la eternidad.

Ahhh, ahora pregunto yo en mi voz interior,  ¨Cuántos de nosotros vemos y oímos, y no miramos ni escuchamos lo bello que tenemos alrededor.¨  Nuestros diversos talentos y habilidades están dentro de nosotros, como las decenas de martillos en un piano.  Y no todos están afinados, hay cuerdas que cambiar, hay cables que estirar, pero golpe a golpe y estirón estirón, con la ayuda de una llave llegamos poco a poco a sonar lindas melodías en nuestro interior.

Ojalá todos tuvieramos colas largas y apellidos de gran prestigio, porque cuando llegamos a los lugares nos miran más, nos atienden mejor y dicen que hasta mas valor tenemos...

Pero al fin y a la postre, que mas da todo eso, si lo importante es, que si piano eres en el Gran Concierto de la Vida, es que seas tocado por otros para que en cambio Tu llenes de alegres melodias a los demás.  

Déjate afinar !

Miguelo

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